miércoles, 13 de noviembre de 2013

ALTERNATIVAS AL "NO"

Un día, un grupo de educadoras infantiles decidimos buscar alternativas al NO! Tras un trabajo de reflexión y autocrítica sobre nuestro trabajo, nos confesamos cansadas de estar siempre con el "No te subas a la silla", "No golpees los juguetes", "No se pega", "No chilles", "No corras", "Los juguetes no son sólo para ti", "No se juega con la cuchara", "No se pintan las paredes", "No te salgas de la fila", y un largo etcétera.

Es una labor educativa importante poner límites y normas, pero a través del NO constante resulta acabando muy aburrido, además de ineficaz. Tanto para los niños como para nosotras, se generaba un ambiente muy negativo e improductivo.

Así que pensamos en otras alternativas más creativas y productivas, que nos permitieran poner límites y normas en positivo y con seguridad.
Por ejemplo, cambiamos

"No te subas a la silla" por "en la silla se pone el culo, los pies van al suelo."
"No te subas a la mesa!" por "los pies van al suelo, baja por favor."
"¡No pegues!" por "con las manos se dan caricias; a los amigos se les abraza."
"¡No se muerde!" por "se muerden las manzanas, a los nenes se le dan besos; con la boca se dan besos."
"No juegues con la cuchara" por "la cuchara sirve para comer" (y si insiste se la quitamos durante unos momentos).
"No se habla con la boca llena" por "ahora tienes la boca llena y no te entiendo."
"No se pintan las paredes!" por "se pinta en los folios" (darle un folio en ese momento).
"¡No grites!" por "cuando hables más flojo te atiendo."
"No te levantes de la mesa" por "ahora has de estar sentado, cuando acabes te levantas."

La iniciativa tuvo más éxito del que nos habíamos podido imaginar. Resultó que nosotras nos sentíamos más alegres y positivas, y además, los niños nos hacían más caso. Antes teníamos que repetir las cosas una y otra vez, ahora los niños entendían mucho mejor lo que les decíamos y se esforzaban en hacer lo correcto. Todos convivíamos en un espacio más amable.

El uso del "No" lo dejamos para momentos necesarios de ejercer autoridad y también era más atendido por los niños. Al usarlo de forma puntual cobraba su sentido.

"BLOG EDUKAME, EDUCACIÓ EMOCIONAL INFANTIL "

FASES A SEGUIR EN UNA SESIÓN DE PSICOMOTRICIDAD

 sesion psicomotricidad 

La psicomotricidad es el área de aprendizaje que considera al hombre como un ser global en el que el cuerpo y la psique van unidos, defendiendo el valor de la actividad corporal como fuente de todo aprendizaje.

Autores como Acouthurier (1985), nos definen la psicomotricidad como la expresividad motriz corporal basada en la interrelación psique- soma.

En la rutina diaria es importantísimo desarrollar los diferentes parámetros de la psicomotricidad: esquema corporal, tonicidad y control postural, coordinación óculo-manual, organización espacio-temporal, control respiratorio…

Para trabajar la psicomotricidad desde un marco constructivo y significativo llevo a cabo en el aula una sesión de psicomotricidad.

Esta sesión de psicomotricidad se puede incluir dentro del rincón de psicomotricidad que ha de ser un lugar de encuentro y placer, por eso debe ser amplio, iluminado y bien dotado de material.

Lo ideal es programar una sesión de psicomotricidad para cada unidad didáctica, ya que en cada sesión trabajamos de forma global el centro de interés que nos corresponde.

No es necesario realizar las fases que a continuación voy a exponer siempre en el mismo orden, sino que se pueden variar adaptándolo a las necesidades de cada día.
En esta sesión partiremos del centro de interés del otoño.

Voy a poner el ejemplo de una sesión que incluyo dentro del centro de interés del otoño y en la que se distinguen varias fases:

FASE 1: DE PRESENTACIÓN.

Los niños y las niñas llegan a la sala de psicomotricidad, se sientan en semicírculo alrededor mío y comentamos lo que vamos a realizar en la presente sesión.
Expongo que vamos a utilizar como recursos hojas y frutas, además de las cuerdas y las colchonetas de la sala.
También, tendremos que atender a la música de fondo que tendremos puesta, como puede ser Las Cuatro Estaciones de Vivaldi “el otoño”.
Los niños y las niñas observarán las hojas y dialogaremos sobre cómo son, qué podemos hacer con ellas: bailar con ellas, seguir caminos con hojas, sentarnos y saltar sobre ellas, caminar sin pisarlas…

FASE 2: DE ACTIVIDAD EXPLORATORIA.

Dejaré que los niños y niñas jueguen libremente. Observo que unos saltan sobre las colchonetas, otros ruedan, otros siguen caminos de cuerdas, esparcen las hojas, hacen caminos y caminan sobre ellas, pisándolas, sin pisarlas…….

FASE 3: DE ACTIVIDAD GUIADA.

Cuando observo que ya se les han agotado las ideas o se aburren y forman mucho alboroto, intervendré ayudándoles a que descubran nuevas posibilidades de acción:
Podemos imaginarnos que somos árboles que estamos rectos y quietos; pero cuando sopla el viento nos movemos a un lado, a otro lado…
Observaré qué hacen los niños y las niñas después de estas sugerencias, cómo lo hacen, en qué orden, si son creativos e inventan formas de moverse…

FASE 4: DE ACTIVIDAD CONDUCIDA.

Las mismas actividades sugeridas las realizaremos ahora de una manera dirigida y estructurada. Aquí incluyo los diferentes juegos que he preparado. A modo de ejemplo explicaré uno:

IMITAMOS ACCIONES DEL OTOÑO

Nos distribuimos por la sala y bailamos mientras suena la música. Cuando la música pare el niño o la niña que yo nombre será el que dirige el grupo y hará acciones típicas del otoño que los demás compañeros tendrán que repetir. Estas acciones pueden ser:
- Agacharse cogiendo frutos del otoño y meterlos en una cesta.
- Barrer las hojas que están en el suelo.
- Luchar contra el viento mientras paseamos.
- Pasear con paraguas bajo la lluvia…
Después pondré la música y todos seguirán bailando por la sala hasta que vuelva a para la música y sea otro niño o niña al que nombre para que sea el guía.

FASE 5: DE ACTIVIDAD MODIFICADA.

En esta fase les sugeriré que jueguen libremente a lo que más les haya gustado de todo lo que han practicado:
Algunos jugarán a “imitar acciones”, otros bailarán con las hojas al ritmo de la música…
Ya habrán aprendido detalles de los juegos y lo aplicarán a su juego espontáneo.

FASE 6: DE RELAJACIÓN.

Los niños y las niñas recogen todo el material y se tumban en las colchonetas, con los ojos cerrados. De fondo escucharán una música suave. Se imaginarán un bosque en otoño, que yo les iré describiendo:
“Las hojas se van cayendo muy despacito, el suelo se ha cubierto de hojas amarillas y marrones, el viento suena: SSSSSS SSSSSS….Ha comenzado a llover y la lluvia cae lentamente…”

martes, 5 de noviembre de 2013

LA SOBRECORRECIÓN COMO TÉCNICA EDUCATIVA

La sobrecorrección es una técnica de modificación de conducta que nos puede resultar muy útil para acabar con aquellos comportamientos indeseables y repetitivos, contra los cuales hemos intentado un montón de cosas y ninguna nos funcionó.


niño lipiando un zapato

A veces no sabemos qué hacer cuando nuestro hijo o quizás alumno se pasa de la raya, no nos obedece, rompe cosas, ensucia deliberadamente algún objeto o nos pinta las paredes de la casa. 
Cuando esto ocurre, lo más habitual es que nos enfademos, perdamos los nervios y acabemos gritando o enviándolo a la habitación castigado, pero resulta que con este tipo de castigo no conseguimos que mejore su comportamiento y probablemente éste se vuelva a repetir pasado un tiempo. ¿Qué podemos hacer entonces? ¿No debemos castigar el mal comportamiento de nuestro hijo? ¿Cómo actuamos para que aprenda que no se puede tolerar lo que hace? 
A pesar de que la sobrecorrección es en sí un castigo, éste es uno tipo de castigo muy eficaz, que utiliza consecuencias punitivas basadas en el esfuerzo. Es decir, cuando utilizamos la sobrecorrección, usamos consecuencias naturales para romper con los malos hábitos y para enseñar comportamientos apropiados al mismo tiempo. Por ejemplo, si nuestro hijo de 3 o 4 años tira reiteradamente la comida al suelo, le pediremos que recoja todo lo que ha tirado y nos ayude a limpiar la cocina. 


Se trata de una alternativa muy eficaz en lugar de gritar, regañar, pegar o cualquier otro castigo que se utilice para tratar de hacer que los comportamientos desagradables o difíciles se conviertan en aceptables. 

El objetivo principal de esta técnica es reparar o compensar un "daño" causado por una conducta indeseable, sea tirar comida al suelo, pintar las paredes o agredir a un compañero de clase o hermano.


Formas de aplicación de la sobrecorrección.

Restitución: La utilizamos pidiendo a nuestro hijo o alumno que restaure el daño que ha causado. Se trata de corregir los efectos negativos de la mala conducta, dejando la situación igual o incluso mejor que antes. ¿Cómo la usamos? Por ejemplo si nuestro hijo se ha dedicado a decorarnos con sus dibujos la pared del salón le pediremos que la limpie totalmente. 

Práctica positiva o repetición: En este caso se trata de que nuestro hijo repita una conducta alternativa y positiva a la que ha realizado. Siguiendo el ejemplo anterior, podemos pedirle que dibuje en varias hojas de papel, pero que deberá ir a buscar ella misma. Así vemos como de este modo está poniendo en práctica de manera repetida una conducta alternativa y adecuada.   El mensaje que transmitimos es "se pinta en las hojas de papel y no en la pared".


Estos dos procedimientos, la restitución y la práctica positiva en ocasiones se pueden utilizar de modo combinado o bien solas, dependiendo de las conductas que deseamos suprimir. Utilizadas de manera combinada primero pediremos  nuestro hijo que repare el daño causado y luego que practique la conducta adecuada. 

La sobrecorrección suele funcionar muy bien para eliminar conductas irritantes comunes y hábitos nerviosos graves e incluso en comportamientos agresivos y posiblemente dañinos.

Aplicación de la sobrecorrección

Antes de aplicar la sobrecorrección debemos explicar a nuestro hijo el cambio de normas, es decir, le explicaremos que cuando le veamos realizar "esa conducta indeseable" que tanto nos irrita utilizaremos esta técnica, ya sea en la variante de restitución del daño causado o utilizando la práctica positiva, o ambas.

Si el aviso no funciona, aplicamos la sobrecorrección de forma inmediata, justo después del comportamiento inadecuado. Debemos ser conscientes que la sobrecorrección solo tiene sentido cuando esta se aplica de forma inmediata a la mala conducta.

Cuando aplicamos la sobrecorrección es probable que nuestro hijo se resista, se enoje, llore y patalee. En estos casos debemos obligarlo, cogiéndole de la mano (tranquilamente pero con firmeza) y ayudarle a realizar lo que le hemos pedido. Es importante ignorar la resistencia, los llantos, las rabietas y seguir firme hasta el final. Puede que esto no resulte fácil, lo se, pero como siempre la paciencia es esencial.



A continuación explico paso a paso cómo aplicarla:


  • Obligar, con tranquilidad y firmeza, al niño a deshacer o corregir el daño social o físico.

    • Ejemplos: limpiar la pared, recoger la ropa del suelo, pedir disculpas por morder.

  • Obligar, con tranquilidad y firmeza, al niño a practicar comportamientos positivos.
    • Por ejemplo, si no entra en casa cuando se le llama, le obligaremos a a salir fuera y esperar allí a que se le llame durante diez veces consecutivas.
  • Supervisar la sesión de prácticas positivas, se que esto puede requerir un tiempo, pero la inversión merece la pena.
  • Si es preciso utilizar las manos para guiarle lo hacemos. Si el niño se resiste a practicar, hay que ayudarle a realizar las acciones correctas con las manos. Si no quiere recoger los juguetes, lo tomaremos de las manos y las guiaremos, recogiendo los juguetes y depositándolos en el lugar correcto. Se deben ignorar llantos, rabietas o resistencias. Crucial mantenernos tranquilos pero firmes hasta que la tarea termine o el niño empiece a hacerlo solo.
  •  Elogiar y reforzar el esfuerzo tras realizar correctamente la conducta. A medida que el niño empiece a comportarse mejor y se necesite menos practica, hay que hacerle saber lo bien que lo está haciendo. Debemos elogiar en abundancia o darle una pequeña recompensa por sus progresos.

En la mayoría de los casos, ésta es suficiente motivación para que hasta los niños más rebeldes dejen de escribir en las paredes. Esta técnica es eficaz tanto con niños pequeños como con más mayores.

Información extraida del blog : " Mi mamá es psicóloga infantil"

martes, 29 de octubre de 2013

BEBÉS: EL HÁBITO DE LLEVARSE TODO A LA BOCA

Seguro que en más de una ocasión te habrás preguntado ¿por qué mi bebé no para de llevarse todo aquello que encuentra a la boca? ¿Por qué lo chupa todo? o habrás exclamado ¡Qué manía de coger todo lo que encuentras y chuparlo! 

bebé chupando cuchara

Y es que los bebés pasan una larga etapa explorando el mundo de esta forma, cogiendo todo lo que encuentran y llevándoselo a la boca. Es un período durante el cual los padres debemos estar muy atentos y alertas ya que nuestros hijos no saben distinguir lo que es seguro de lo que no y para ellos todo, absolutamente todo, es interesante.


¿Por qué sucede?

Es posible que hayas oído o, que te haya sucedido a ti misma, que durante la realización de alguna ecografía durante tu embarazo te comentaran que tu bebé se estaba chupando el dedo, una conducta muy común y habitual puesto que nuestros hijos aprenden este hábito dentro de nuestro útero, cuando aún no han nacido.

Nuestros bebés practican de forma instintiva la conducta de chupeteo antes de nacer porqué les proporcionará la habilidad de succionar el pecho o la tetina del biberón una vez hayan nacido.

Tras su nacimiento, los bebés siguen chupándose el dedo o el chupete de forma instintiva porqué les calma y les tranquiliza, les ayuda a dormir y les relaja en situaciones de estrés

Esta conducta, que tienen su apogeo entre los 18 y 20 meses, es el modo que tienen nuestros bebés de explorar su mundo. Empiezan primero con los dedos y las manos, una mantita, el peluche, ... y conforme nuestro hijo va creciendo y adquiere más movilidad, la conducta de coger cualquier objeto que encuentre y llevárselo a la boca para chuparlo va extendiéndose a todo lo que esté a su alcance.

También es cierto que cuando les empiezan a salir los dientes y nuestros bebés se llevan todo lo que encuentran a su alrededor a la boca, lo hacen porqué chupar y mordisquear les calma de algún modo el dolor y la irritabilidad que les produce la inflamación de las encías.

¿Qué podemos hacer?

En realidad, nada más que estar alerta y mantener a nuestro bebé alejado de todos los objetos que podrían dañarle. Quitar de su alcance todas las pequeñas cosa que tengamos en casa y que puedan causar un atragantamiento. 

Prohibir no tiene sentido y es contraproducente, ya que como he expuesto, la conducta de chupeteo es una conducta de exploración y aprendizaje, innata en todos los bebés, que les sirve para conocer sabores, formas y texturas de todo cuanto les rodea.

Por tanto, lo mejor es no preocuparnos por su conducta pero sí por mantener un entorno seguro y estar alerta cuando estamos fuera de casa, por ejemplo en el parque y estando siempre atentos con lo que se lleva a la boca, piedras, ramitas, ...


Información del blog Mi mamá es psicóloga infantil. 

domingo, 13 de octubre de 2013

CÓMO CONSEGUIR QUE LOS MÁS PEQUEÑOS SE VAYAN A DORMIR

Hola  a todos!

Desde el blog Edukame nos explican estrategias y pautas para facilitar el momento de ir a dormir en nuestros pequeños. Espero que os guste.

Uno de los principales problemas que nos plantean los padres con respecto al sueño de sus hijos son los problemas para que los niños se acuesten a su hora. A algunos niños les cuesta mucho irse a dormir lo cual repercute tanto en su rendimiento escolar como en el descanso de los padres.
Es importante imponer unos hábitos y corregir aquellos errores que comentemos los padres a la hora de enviar a nuestros hijos a la cama, de este modo el niño seguirá una rutina de sueño y estará más descansado y feliz, mientras que los padres podrán disfrutar de un tiempo para relajarse después de que su niño se haya ido a dormir.

Es la hora de irse a la cama

Los niños en edad preescolar deben dormir entre 10 y 12 horas, tal vez tu horario de trabajo no te permita estar mucho tiempo con tu hijo y por ello lo acuestes más tarde, pero recuerda, puedes prestarle atención a tu pequeño de muchas formas, puede que poco tiempo, pero de buena calidad permita a tu hijo estar contigo y guardar sus horas de descanso.
Acompañarle durante la cena y preguntarle qué ha hecho a lo largo del día, compartir unos minutos jugando con su juguete favorito, darle un beso de buenas noches y una sonrisa antes de dormirse será para tu hijo más importante que horas sentado en el sofá esperando que papá o mamá le hablen.

El bebé debe dormir sin movimiento

Uno de los trucos que más se usan es subirle a la silla de paseo o a un columpio musical para que se duerma porque has observado que a veces se queda dormido de esta forma.
Mover al bebé está bien para calmarle, pero una vez que se quede dormido llévalo a su cuna o cesa en el movimiento, si no el niño no alcanzará la fase más profunda y restauradora del sueño.

Un ambiente propicio

Apaga las luces, si tiene miedo puedes dejarle encendida una pequeña lucecita en el dormitorio.
Si es un bebé procura que su cuna no esté llena de cachivaches ni móviles musicales que le puedan distraer en exceso.
Poner una televisión en el cuarto de un niño no es recomendable, le quitará muchas horas de sueño, le distraerá de sus estudios y le aislará de la familia.

Rutina

Es muy importante crear al niño una rutina que le prepare para el momento de acostarse. Cenar, bañarse, cepillarse los dientes, leerle un cuento son actividades tranquilas que le permitirán relajarse y ayudarle a conciliar el sueño.
Puedes echar una ojeada a la tienda Edukame y elegir entre nuestros cuentos infantiles el que más le puede gustar a tu hijo para que se lo leas antes de acotarse, tenemos una gran variedad.

El niño duerme en su cama, no en la de los papás

Hay niños que toman por costumbre levantarse de madrugada y meterse en la cama de los padres, esto interrumpe su sueño y el vuestro.
Acostumbra a tu hijo a que duerma en su cama, si tiene una pesadilla o hay una tormenta le puedes acompañar unos minutos en su cama hasta que se quede dormido, pero después vuelve a la tuya, que el niño vea que cada uno tiene su propio espacio para dormir.

De la cuna a la cama

La edad ideal para pasar al niño de dormir en cuna a dormir en una cama son los tres años ya que antes de esa edad el pequeño no tiene del desarrollo cognitivo ni el nivel de autocontrol necesario para mantenerse dentro de las barreras imaginarias de una cama. Pero cuando lo saquemos de la cuna, podemos poner en la cama  barreras protectoras, que ayudarán a nuestro pequeño a sentirse protegido y seguro en su nueva cama de niño mayor.

jueves, 10 de octubre de 2013

¿ BAILAMOS PAPI?


El propósito de este vídeo es recordar a los padres sumergidos en una dinámica cultural de trabajo y consumo, que los niños son niños, y que deben jugar y disfrutar su niñez y apoyarlos en sus metas y sus sueños y por supuesto... jugar con ellos. La obsesión por procurarles lo mejor, nos puede cegar...
CLICK VIDEO 

lunes, 30 de septiembre de 2013

EL MEU PINTEREST


Bon dia!
Coneixeu el pinterest? Avui m'agradaria presentar-vos el meu racó personal amb molts recursos per l'educació infantil i primària. Si no el coneixeu, us animo a que el visiteu i pogueu descobrir diferents maneres d'ensenyar als infants a través del joc i l'experimentació, potenciant la creativitat dels nostres petits. 

Feu click al següent enllaç i gaudiu d'aquest món de meravellosos recursos. 

Fins aviat.

PINTEREST VANESA 

miércoles, 25 de septiembre de 2013

MI HIJO NO ME HACE CASO. ¿QUÉ DEBO HACER CUANDO NO ME OBEDECE?

 
Solemos pedir a los niños obediencia y buena conducta sin ofrecerles el tiempo ni las herramientas adecuadas para ello. Los tratamos casi como adultos, sin tener en cuenta como piensan, y sobre todo, como sienten.
Por eso en Edúkame tenemos el empeño de informar y formar a los padres y educadores ofreciéndoles herramientas para que puedan educar niños emocionalmente sanos, autonómos y felices.

Refuerzo positivo y algo más

El padre explicaba en este artículo el mal comportamiento de su hijo mayor. Un niño que acaba de ser “destronado” por un hermano recién nacido, no sólo necesita refuerzo positivo por su buena conducta como bien indicaba el padre, sino que tambien también necesita poder expresar y vaciar el hervidero de intensos sentimientos que le están invadiendo, que además muchos de ellos son contradictorios y qué no sabe como sacarlos sin dañarse a él mismo ni a los demás, y cómo luego llegar a un estado de bienestar.
Usar el castigo no ayudará a tu hijo a que pueda responsabilizarse de su propia conducta, a que pueda aprender de las consecuencias positivas de sus acciones, ni a conocer sus propias emociones o impulsos que puede autoregular si se le ensaña a ello.

¿Ignoro su comportamiento?

En vez de castigarlo con la ignorancia cuando esté repartiendo la ropa recién planchada como un arrebato de rabieta, te propongo que veas que detrás de esta conducta hay una emoción de enfado, o de rabia, o de miedo….. Y que necesita tu ayuda y acompañamiento.
¿Como le puedes ayudar? Acompaña su explosión emocional con una actitud de respeto, ofrécele un pequeño momento de desahogo sin sermones, reproches, amenazas, enfados... Luego ayúdale a canalizar esa emoción y finalmente enséñale a volver a un estado de equilibrio y bienestar.

Explotar, canalizar, relajar

1. Acompaña la exposición emocional: ¡vaya veo estás enfadado!, ¿Algo te ha hecho sentir mal? (voz firme y sin retirar el afecto )
2. Enséñale a canalizar sus emociones: ¿Quieres que te ayude a sacar tu enfado, sin hacerte daño? Con esta ropa no, pues me ha costado trabajo plancharla, pero estos cojines sí puedes tirarlos por el suelo. O también le puedes ir ofrecer segun el momento y el día:
  • Saltar sobre el suelo
  • Golpear un cojín
  • Gritar fuerte dentro del armario
  • Romper hojas de periódicos
  • Leer el cuento Vaya Rabieta o Cuando estoy enfadado.
  • Amasar plastelina y golpearla
  • Hacer un dibujo de garabatos, o lineas, formas con un trazo fuerte.
  • Dejar que vaya al rincon de las emociones
3. Ayúdale a relajarse, (pasada la intensidad de la explosión) . Veo que estás más tranquilo, que has conseguido tranquilizarte. Ahora es el momento de recoger lo cojines (o la ropa) que has tirado, o de recoger el material usado, (con afecto y sin sermones).
En este tercer paso, lo que conseguimos es que el niño conecte con su mundo emocional, conozca sus emociones, las identifique y aprenda herramientas para canalizar tanto la ira como el miedo (emociones muy ligadas a los celos). Sin que con ello mamá o papá le hayan castigado, amenazado, sermoneado o retirado el cariño.
Así que lo que tu hijo recibirá es amor, seguridad, ayuda, aprendizaje de la figura más importante para él: su padre y su madre.

Información extraido del blog Edukame.

EL APRENDIZAJE SOCIAL Y EMOCIONAL: HABILIDADES PARA LA VIDA







Estamos privando a niños y jóvenes de un desarrollo óptimo cuando no les damos oportunidades de aprendizaje social y emocional.
René Diekstra


Os adjunto un video muy interesante donde Elsa Punset charla con el psicólogo y experto en educación emocional René Diekstra  


http://www.rtve.es/television/20130522/aprendizaje-social-emocional-habilidades-para-vida/669382.shtml







¿PORTABEBÉS O CARRITOS?


Hoy os quiero dejar un interesante artículo donde fisioterapeutas nos hablan de los beneficios del portabebés

En el siguiente enlace encontrareis toda la información. Y tu...¿ Qué opinas al respecto?

  ARTICULO

TUTORIAL

COM PODEM TREBALLAR LA RESTA?


Us deixo aquest enllaç que he trobat i que m'ha semblat molt interessant per explicar les restes portant. Espero que us sigui útil a qui no el conegui!!
 
RESTA PORTANT-NE DE ROGEMBAK 

IDEES PELS PRIMERS DIES DE CLASSE

Fa poc que els nostres infants van començar les classes. Durant aquets primers dies és molt important fomentar la cohesió de grup; així com també recordar els noms dels companys i companyes, conèixer els noms dels que vénen de nous, així com també el de la mestra.

Des del blog: " Un raconet d'idees" ens deixen unes quantes idees per aquets primers dieS:

 



- Ens coneixem: Necessitarem un globus o pilota. Seiem en rotllana i la mestra explica la consigna: Em dic..... i m'agrada molt.... . Cada vegada que un infant parla, passarà el globus/pilota al següent.


- La teranyina: És una variant de l'anterior però en comptes d'utilitzar un globus o una pien lota, s'utilitzarà un capdell. Cada infant anirà agafant un extrem del fil o llana sense deixar-lo anar, de manera que mica mica s'anirà construint una teranyina. La mestra ha de vigilar que uns trams quedin per sobre dels altres o per sota.


- Em presento amb el meu cos: La dinàmica és la mateixa dels dos anteriors. Mitjançant una consigna "Em dic..... i em toco... el nas/ el cap/ el braç...

- La coqueta amb sucre: Els infants es situaran en cercle. Un d'ells quedarà al mig i al ritme de la música anirà passant pel davant de cada un dels nens i nenes de la rotllana. Quan la cançó diu: "balli-la vostè senyoret/a.../ l'infant que va dansant per dintre del cercle s'ha d'aturar davant d'algú. 

 

POTENCIEM LA CREATIVITAT DELS NOSTRES INFANTS

Foto

domingo, 15 de septiembre de 2013

ADÉU AL BOLQUER. COM I QUAN?





Avui us presento un interessant article publicat a la pàgina de "Método Waldorf" on ens expliquen unes pautes per treure el bolquer als nostres petits:


Una de las etapas del desarrollo de los niños que los padres suelen esperar con ansiedad es el momento de quitarles el pañal. Después de haber cambiado cerca de dos mil pañales al año (calcula unos 6 al día), seguramente estás deseando que tu pequeño empiece a ir al baño solito.

Algunos niños aprenden en pocos días, pero muchos otros tardan varios meses. En general, cuanto más pequeño es el niño al empezar el entrenamiento, más tarda en aprender.

Será más fácil enseñarle a tu hijo con éxito si conoces los pasos básicos del entrenamiento, y logras transmitírselos con claridad a tu niño.
Primer paso: Identifica las señales de que tu niño está listo
Algunos niños están listos para empezar el proceso de retirada del pañal a los 18 meses de edad, pero hay otros que no demuestran el más mínimo interés hasta que tienen 3 años o más.

En Estados Unidos, la mayoría de los padres empiezan a entrenar a sus hijos cuando tienen alrededor de 2 años y medio, pero en muchos países latinos se solía empezar más temprano, sobre todo en generaciones anteriores, cuando los pañales se tenían que lavar a mano (¡y hasta hervir!) en casa. O sea que no te sorprendas si tu madre o tu suegra insisten en decirte que les quitaron los pañales a sus hijos antes de que cumplieran un año. Es posible que lo hayan hecho, pero quizás dedicaban una buena parte de su tiempo a limpiar "accidentes".

Lo importante es observar si tu hijo empieza a mostrar ciertas señales de que ya está listo para aprender a ir al baño solito. Algunas preguntas que puedes hacerte para ver si está listo son: ¿obedece instrucciones sencillas?, ¿camina y se sienta solo?, ¿trata de imitar a los adultos o hermanitos cuando van al baño?, ¿puede subirse y bajarse los calzones?

Recuerda también que algo que te haya ido muy bien con tu primer hijo podría no funcionar con el segundo. Lo bueno es que los hijos que vienen después suelen aprender con mayor rapidez que los primogénitos, aunque los varoncitos suelen tardar más que las niñas.

Piensa también en otros factores aparte del nivel de desarrollo y preparación de tu hijo. Si en este momento tu pequeño está pasando por un gran cambio en su vida, como ir a una nueva escuela o guardería, o la llegada de un hermanito, es muy probable que el proceso de retirada del pañal se vuelva más difícil, y lo ideal sería postergarlo hasta que la situación se estabilice.

Tampoco tiene sentido empezar a enseñar a tu niño en un momento en que tú no puedas dedicarle el tiempo, la paciencia y el buen humor necesarios. Si estás ocupadísima renovando la casa, o sufres náuseas debido a un nuevo embarazo, éste seguramente no es el momento de quitarle el pañal a tu hijo. Lo mejor es esperar un par de semanas, o meses, hasta que las cosas estén más tranquilas.

Si la presión para enseñarle a ir al baño viene de parte de tu mamá u otro familiar con buenas intenciones, explícales con delicadeza los motivos por los que piensas que ni tú ni tu niño están listos aún, y diles que prefieres esperar para poder hacerlo con tranquilidad.

Igualmente, si estás fuera de tu entorno habitual, de vacaciones o pasando una temporada en casa de un familiar, lo mejor es esperar. Los inevitables accidentes pueden causar tensiones en casa ajena y tu hijo se sentirá menos cómodo que en su propio hogar.

¿Crees que tu hijo está listo para dejar los pañales? ¡Vota ahora!
Segundo paso: Compra el equipo necesario
Invierte en un buen orinal (bacinica) o en un asiento especial que se acopla al inodoro de tu baño. Puedes pedirle a tu pequeño que te ayude a escoger el orinal. Cuando lo lleves a casa, escribe en él su nombre y déjalo que lo decore con pegatinas o que juegue con él.

Si tienes un varón busca un orinal sin concha protectora para la orina o que traiga una que se pueda quitar. Aunque las conchas protectoras ayudan a evitar que al varoncito se le escape algún chorrito fuera del orinal, tienen el inconveniente de que los niños a menudo se golpean o arañan el pene al sentarse y levantarse, lo cual puede quitarles las ganas de usar el orinal.

Si compras un asiento adaptador para el inodoro, compra también un banquito para que tu niño pueda apoyar los pies y subir y bajar del inodoro con facilidad. También le ayudará a tener firmeza y estabilidad, y a pujar al evacuar.
Tercer paso: Crea una rutina para tu niño
Para empezar, haz que tu niño se siente completamente vestido en su orinal una vez al día, después de desayunar, antes de bañarse o cuando normalmente suele hacer popó o pipí. Así se irá acostumbrando al orinal y empezará a aceptarlo como parte de su rutina diaria.

Pon el orinal en un lugar accesible y conveniente. Como es portátil, puedes llevarlo al jardín o al cuarto donde suele jugar el niño.

Si no se quiere sentar, no te preocupes. No debes forzarlo, ni obligarle a permanecer sentado. Y, sobre todo, no insistas demasiado si lo notas aprensivo. Si esto ocurre, lo mejor es guardar su orinal o por lo menos dejarlo a un lado por algunas semanas o un mes, y luego volver a intentarlo.
Cuarto paso: Dile adiós al pañal
Una vez que tu niño ya esté plenamente acostumbrado a sentarse vestido en su orinal, el siguiente paso es lograr que lo haga sin el pañal.

Ésta es la etapa en que empezarás a explicarle que así lo hacen mami y papi (y los hermanitos que tenga) todos los días. O sea, explícale que cuando ya eres mayor te quitas la ropa antes de hacer pipí o popó.

Si el niño hace algo en el orinal, muy bien, pero no se lo exijas ni insistas demasiado. Recuerda que es importante esperar a que tu niño muestre señales de que está interesado en ir al baño solito.
Quinto paso: Muéstrale cómo se hace
Los niños aprenden imitando a los adultos, por lo tanto la manera más natural de que aprendan a usar el inodoro es viéndote hacerlo. Si tienes un varoncito, es más fácil que empiece a hacer pipí sentadito, y que más adelante papá le enseñe a hacer pipí de pie. Seguro que no tardará nada en imitarlo.

Cuando le estés mostrando a tu niño o niña cómo se usa el inodoro, es bueno que le vayas explicando lo que estás haciendo, le enseñes lo que has "producido", y le muestres que al final te limpias, te vistes, tiras de la cadena y te lavas las manos.

Si hay un hermanito o hermanita mayor que ya sabe usar el baño, él o ella también le pueden hacer una demostración al pequeño. Los niños ponen mucha atención cuando los "maestros" tienen casi la misma edad que ellos.
Sexto paso: Explícale el proceso
Enséñale a tu hijo la conexión entre el popó y el inodoro. La próxima vez que ensucie el pañal, llévalo a su orinal, siéntalo y luego vacía el pañal en su orinal por debajo de él. Esto le ayudará a asociar el acto de sentarse en el orinal y hacer popó.

Vacía el contenido de su orinal en el inodoro y permítele que tire de la cadena si quiere (pero no insistas si notas que le da miedo), para que vea adónde va su caquita. Enséñale a vestirse y lavarse las manos al final.

También puedes comprar o pedir prestado en la biblioteca algún libro o video sobre ir al baño, que le ayude a entender y asimilar todo el proceso. Déjalo en el baño para que pueda verlo cuando se siente en el orinal.
Séptimo paso: Motívalo a ser independiente
Motiva a tu niño a usar su orinal siempre que tenga ganas de hacerlo. SI necesita ayuda para subir y bajar sus pantalones o ropa interior, asegúrate que sepa que te lo puede pedir a ti, y que tú lo llevarás al baño cuando quiera.

Si puedes, permítele que de vez en cuando circule por la casa sin pañales y mantén su orinal a la mano. Cuanto más tiempo lo dejes sin pañal, más rápido aprenderá, aunque tú tendrás que estar dispuesta a limpiar algunos charquitos. Dile que puede usar su orinal cuando quiera, y de vez en cuando recuérdale que está ahí para cuando lo necesite.

A veces los niños no permanecen sentados el tiempo suficiente para lograr relajarse y hacer del baño. Calmadamente, procura motivarlo a que se quede sentado por al menos un minuto. Te será más fácil lograrlo si le haces compañía, hablándole o leyéndole un libro.

Elogia a tu niño cada vez que haga sus necesidades en el orinal. Así empezará a darse cuenta de que usar correctamente el orinal es un logro. Pero a la vez que es importante halagarlo, procura no exagerar, y evita transformar cada ida al baño en un gran acontecimiento, de lo contrario tu niño empezará a ponerse nervioso o avergonzarse ante tanta atención.
Octavo paso: Compra pantaloncitos de entrenamiento
Puede que te sirvan de ayuda los pantaloncitos de entrenamiento (son ropa interior infantil con una protección extra absorbente, o pañales desechables que se suben y bajan como la ropa interior), ya que permiten que tu hijo se los quite y se los ponga él solito.

Aunque los pantaloncitos de entrenamiento de tela son menos convenientes que los desechables, a algunos padres les gustan porque el niño puede sentir de veras cuando hace pipí o popó. Sea cual sea la opción que elijas, introdúcela gradualmente, unas horas cada día, y sigue poniéndole pañales normales por las noches.

Cuando tu hijo empiece a usar el orinal de forma consistente, puedes pasar a la ropa interior normal. A algunos niños les motiva mucho usar calzones con sus personajes favoritos.
Noveno paso: Acepta sus “accidentes” con buen humor
No hay niño que domine completamente el arte de ir al baño solito sin antes tener una serie de pequeños "accidentes". Cuando esto ocurra, no debes enojarte con tu niño ni castigarlo; recuerda que hasta hace muy poquito tiempo tu hijito aún no había desarrollado completamente sus músculos, y por lo tanto no tenía el control necesario para lograr contener la orina o las deposiciones.

Con el tiempo, tu pequeño se volverá muy competente, pero mientras esté aprendiendo, lo mejor que puedes hacer es limpiarlo calmadamente cuando se le escape el pipí o el popó y sugerirle que la próxima vez trate de usar su orinal.
Décimo paso: Comienza el entrenamiento nocturno
Aunque tu hijo se mantenga limpio y seco durante todo el día, puede que pasen varios meses, o incluso años, hasta que logre controlar sus necesidades durante la noche, o sea que aún no te deshagas de sus pañales. A esta edad, su organismo no ha madurado lo suficiente para lograr despertarlo siempre que necesite hacer pipí.

Para ayudarle a mantenerse sequito, no le permitas beber demasiado líquido antes de acostarse y recuérdale que si se despierta en el medio de la noche, te puede llamar para que le ayudes a ir al baño. Otra cosa que puedes hacer es colocar su orinal al lado de la cama por si quiere usarlo.

Una vez que tu niño haya despertado completamente seco cinco noches seguidas, habrá llegado la hora de empezar el entrenamiento nocturno. Cubre el colchón con un plástico o una protección impermeable por debajo de la sábana, y acuesta a tu hijo sin pañales. Si tu pequeño no parece aprender cómo aguantar la noche sequito, vuelve a ponerle pañales por las noches e intenta quitárselos otra vez al cabo de unos meses.
Onceavo paso: Celébralo, ¡lo has conseguido!
Cuandoi tu niño esté listo para aprender esta nueva habilidad, lo hará con éxito. Y si en lugar de tratar de apresurarlo esperas a que verdaderamente esté preparado, todo el proceso será mucho más fácil y menos latoso, tanto para ti como para tu hijito.

Tarde o temprano, tu niño aprenderá a ir al baño como los adultos, y tú no tendrás que volver a pensar en este asunto… al menos hasta la llegada del próximo bebé.

LLIBERTAT DES DE LA INFÀNCIA

Amb aquesta imatge m'agradaria començar el meu blog. Hem de deixar als infants que siguin lliures, que puguin gaudir a través del joc i de l'experimentació. Hem de deixar que siguin nens, que és el que són.  Això ho hem de tenir molt en compte per tal de que els nostres infants creixin sent nens i nenes feliços i creatius.