Seguro que en más de una ocasión te habrás preguntado ¿por
qué mi bebé no para de llevarse todo aquello que encuentra a la boca?
¿Por qué lo chupa todo? o habrás exclamado ¡Qué manía de coger todo lo
que encuentras y chuparlo!
Y es que los bebés pasan una larga etapa explorando el mundo de esta forma,
cogiendo todo lo que encuentran y llevándoselo a la boca. Es un período
durante el cual los padres debemos estar muy atentos y alertas ya que
nuestros hijos no saben distinguir lo que es seguro de lo que no y para
ellos todo, absolutamente todo, es interesante.
¿Por qué sucede?
Es posible que hayas
oído o, que te haya sucedido a ti misma, que durante la realización de
alguna ecografía durante tu embarazo te comentaran que tu bebé se estaba
chupando el dedo, una conducta muy común y habitual puesto que nuestros hijos aprenden este hábito dentro de nuestro útero, cuando aún no han nacido.
Nuestros bebés practican
de forma instintiva la conducta de chupeteo antes de nacer porqué les
proporcionará la habilidad de succionar el pecho o la tetina del biberón una vez hayan nacido.
Tras su nacimiento, los bebés siguen chupándose el dedo o el chupete de forma instintiva porqué les calma y les tranquiliza, les ayuda a dormir y les relaja en situaciones de estrés.
Esta conducta, que tienen su apogeo entre los 18 y 20 meses, es el modo que tienen nuestros bebés de explorar su mundo. Empiezan
primero con los dedos y las manos, una mantita, el peluche, ... y
conforme nuestro hijo va creciendo y adquiere más movilidad, la conducta
de coger cualquier objeto que encuentre y llevárselo a la boca para
chuparlo va extendiéndose a todo lo que esté a su alcance.
También
es cierto que cuando les empiezan a salir los dientes y nuestros bebés
se llevan todo lo que encuentran a su alrededor a la boca, lo hacen
porqué chupar y mordisquear les calma de algún modo el dolor y la
irritabilidad que les produce la inflamación de las encías.
¿Qué podemos hacer?
En realidad, nada más que estar alerta y mantener a nuestro bebé alejado de todos los objetos que podrían dañarle. Quitar de su alcance todas las pequeñas cosa que tengamos en casa y que puedan causar un atragantamiento.
Prohibir no tiene
sentido y es contraproducente, ya que como he expuesto, la conducta de
chupeteo es una conducta de exploración y aprendizaje, innata en todos
los bebés, que les sirve para conocer sabores, formas y texturas de todo
cuanto les rodea.
Por tanto, lo mejor es
no preocuparnos por su conducta pero sí por mantener un entorno seguro y
estar alerta cuando estamos fuera de casa, por ejemplo en el parque y estando siempre atentos con lo que se lleva a la boca, piedras, ramitas, ...
Información del blog Mi mamá es psicóloga infantil.
Hola a todos!
Desde el blog Edukame nos explican estrategias y pautas para facilitar el momento de ir a dormir en nuestros pequeños. Espero que os guste.
Uno de los principales problemas que nos plantean los padres con respecto al sueño de sus hijos son los problemas para que los niños se acuesten a su hora. A algunos niños les cuesta mucho irse a dormir lo cual repercute tanto en su rendimiento escolar como en el descanso de los padres.
Es importante imponer unos hábitos y corregir
aquellos errores que comentemos los padres a la hora de enviar a
nuestros hijos a la cama, de este modo el niño seguirá una rutina de sueño
y estará más descansado y feliz, mientras que los padres podrán
disfrutar de un tiempo para relajarse después de que su niño se haya ido
a dormir.
Es la hora de irse a la cama
Los niños en edad preescolar deben dormir
entre 10 y 12 horas, tal vez tu horario de trabajo no te permita estar
mucho tiempo con tu hijo y por ello lo acuestes más tarde, pero
recuerda, puedes prestarle atención a tu pequeño de muchas formas, puede
que poco tiempo, pero de buena calidad permita a tu hijo estar contigo y
guardar sus horas de descanso.
Acompañarle durante la cena y preguntarle qué ha hecho a lo largo del día, compartir unos minutos jugando con su juguete favorito,
darle un beso de buenas noches y una sonrisa antes de dormirse será
para tu hijo más importante que horas sentado en el sofá esperando que
papá o mamá le hablen.
El bebé debe dormir sin movimiento
Uno de los trucos que más se usan es subirle a la silla de paseo o a un columpio musical para que se duerma porque has observado que a veces se queda dormido de esta forma.
Mover al bebé está bien para calmarle, pero una vez que se quede dormido llévalo a su cuna o cesa en el movimiento, si no el niño no alcanzará la fase más profunda y restauradora del sueño.
Un ambiente propicio
Apaga las luces, si tiene miedo puedes dejarle encendida una pequeña lucecita en el dormitorio.
Si es un bebé procura que su cuna no esté llena de cachivaches ni móviles musicales que le puedan distraer en exceso.
Poner una televisión en el cuarto de un niño no es
recomendable, le quitará muchas horas de sueño, le distraerá de sus
estudios y le aislará de la familia.
Rutina
Es muy importante crear al niño una rutina que le prepare para el momento de acostarse. Cenar, bañarse, cepillarse los dientes, leerle un cuento son actividades tranquilas que le permitirán relajarse y ayudarle a conciliar el sueño.
Puedes echar una ojeada a la tienda Edukame y elegir entre nuestros cuentos infantiles el que más le puede gustar a tu hijo para que se lo leas antes de acotarse, tenemos una gran variedad.
El niño duerme en su cama, no en la de los papás
Hay niños que toman por costumbre levantarse de madrugada y meterse en la cama de los padres, esto interrumpe su sueño y el vuestro.
Acostumbra a tu hijo a que duerma en su cama, si tiene una pesadilla
o hay una tormenta le puedes acompañar unos minutos en su cama hasta
que se quede dormido, pero después vuelve a la tuya, que el niño vea que
cada uno tiene su propio espacio para dormir.
De la cuna a la cama
La edad ideal para pasar al niño de dormir en cuna a dormir en una cama son los tres años ya que antes de esa edad el pequeño no tiene del desarrollo cognitivo
ni el nivel de autocontrol necesario para mantenerse dentro de las
barreras imaginarias de una cama. Pero cuando lo saquemos de la cuna,
podemos poner en la cama barreras protectoras, que ayudarán a nuestro
pequeño a sentirse protegido y seguro en su nueva cama de niño mayor.
El
propósito de este vídeo es recordar a los padres sumergidos en una
dinámica cultural de trabajo y consumo, que los niños son niños, y que
deben jugar y disfrutar su niñez y apoyarlos en sus metas y sus sueños y
por supuesto... jugar con ellos. La obsesión por procurarles lo mejor,
nos puede cegar...